Para que la tierra para

Por: Julián Puig Hernández.

 

Amén de las inexactitudes, los problemas climáticos y las sombrías trabas que fomentan el caldo de cultivo para hacer tangibles los desaciertos, los directivos de la agricultura en el municipio de Puerto Padre buscan, en esta nueva coyuntura estructural del sector, las formas de hacer parir las tierras partiendo de limitados recursos económicos, pero empleando a fondo el potencial humano.

Las áreas existentes en el territorio, aún con una reserva de agua en embalse nada exuberante, resultan suficiente si la estrategia cumple las exigencias impuestas por la estrechez en la solvencia material.

Un mapa donde se asientan los macizos poblacionales más importantes del municipio, hace referencia a las áreas que deberán explotarse con una variedad de surtido bien pensada, donde se tiene en cuenta no sólo la cantidad, sino además la diversidad de nutrientes necesarios para lograr una dieta sana y múltiple.

Esta perspectiva simplifica, además, las trabas que impiden la movilidad de viandas, hortalizas y granos hacia los mercados diseminados en Puerto Padre, Vázquez, Delicias, Maniabón y San Manuel principalmente; pero permite además, proveer a la zona rural de agrocomestibles virtualmente extintos y que están contenidos en los propósitos del proyecto.

Cuando un pueblo, cuya ideología tiene suficiente solidez por convicción, decide superar obstáculos adversos y se traza a partir de sus más autóctonos pareceres, los derroteros que la razón le demanda, no puede haber fuerza capaz de hacerlo abdicar.

No es retórica, cerca de cincuenta años bajo esas presiones, al amparo de sucesivas administraciones norteamericanas, han hecho del cubano un ser humano más integral y revolucionariamente más independiente, gracias a la testarudez de un enemigo que se resiste a admitir su derrota.

Ahora, cuando el mundo pobre menguará su población debido al hambre, los habitantes de Cuba, materializarán iniciativas novedosas y sustentables, que pondrán sobre el relieve las bondades de la independencia económica, política y social; sin recetas espurias, la verdadera causa de la realidad mundial.

Nuestro Héroe Nacional José Martí dijo “Con raíz en la tierra y base de hecho real” y ninguna sentencia se ajusta tanto a los momentos tristes y luminosos de la era contemporánea.