Espinel Cucalambé cumple 20 años

Por: Julián Puig Hernández.

El próximo 26 de febrero, el Grupo Espinel Cucalambé cumplirá VEINTE años de fundado.

El principal inspirador de este movimiento, Renael González Batista, nos hizo llegar la buena nueva con esa modestia tan característica en él.

Cultivar la Décima, en todas sus formas, es tarea que requiere, además de tiempo, vocación, pero lograr agrupar alrededor de ese movimiento a un grupo de personas es una faena difícil, sobre todo cuando la tarea sobrepasa los límites de la municipalidad, donde inicialmente se centraron los esfuerzos.

Si le incorporamos al asunto el hecho de remover el interés por el solo pago de la gratitud, entonces estamos en presencia de algo realmente altruista. Los altruistas no abundan, principalmente en estos tiempos cuando la vida se torna difícil debido a la crisis económica que sacude al mundo.

Pero al agregarle a ese gravamen, que Espinel Cucalambé nace, crece y se fortalece en un país sistemáticamente asediado, no es ocioso reconocer que esta encomienda multiplica sus méritos.

Renael, con escasísimos recursos personales, imprimió materiales, ideó concursos, convocó a personas de otras regiones y que son eternamente enamorados de esa forma estrófica.

Hoy el Grupo Espinel Cucalambé logró publicarle la obra a una buena cantidad de poetas novatos, no porque lo eran sino porque sus creaciones en realidad lo ameritaban, de lo contrario ninguna editorial se hubiera aventurado a hacerlo.

Cuando hablo de editoriales no sólo refiero a las nacionales, sino también a la de algunos países que se prestigiaron más con décimas renovadoras y de paso alentaron al Grupo.

De los cerca de 100 miembros que tiene Espinel Cucalambé, 7 son mexicanos, 3 chilenos, 2 norteamericanos y en España, Perú y Colombia hay 1 de cada país.

Hacer convocatorias, no sólo de manera unilateral, sino con el concurso de todos los que formaron el núcleo principal del Grupo, fue tarea paciente y hermosa, porque la pasión quiso que el correo ordinario sirviera en el cometido, poniendo estampillas, sobres y papel conseguido no se sabe dónde.

Algunas personas ignoran qué es un proyecto y mucho menos cómo se hace. Pues bien, este lo es y se hace con el corazón pues de otra manera no funciona. Ahora el Grupo Espinel Cucalambé tiene un prestigio internacional ganado de esa manera y cuando las cosas se hacen así resultan eternas. En buena hora debe decirse eso. Nuestra felicitación a los escritores de versos octosílabos, a los improvisadores, a los investigadores, pintores y promotores que conforman la inmensa y hermosa maquinaria de la espinela.