Orlanditín cumplió cinco años

Por: Julián Puig Hernández.

Regularmente se espera el fin de semana para celebrar cumpleaños, pero los padres y los abuelos de Orlanditín son fieles a las fechas y aunque cayó martes, hicieron la fiesta ese día.

Toda la mañana se la pasó lloviendo y por eso hubo que mandar a asar el lechón en un horno y no en la púa como siempre hace la familia, y se tomaron todas las medidas para que el pastel no se malograra.

Así las cosas, justo a las cuatro de la tarde, aún con el cielo algo nuboso, empezó la música infantil entonando una bella canción de felicitación. La cama de Orlanditín comenzó a llenarse de regalos y él, con los cachetes colorados, recibió un millón de besos.

¡Tal parecía que brillaba el sol!

Pero se me ocurrió preguntarle qué estudiaría cuando sea grande ¡vaya precoz pregunta la mía! No me dijo nada, ¿Licenciado en Estudios Socioculturales, como tu mamá? Me dijo que no con la cabeza. ¿Licenciado en Pedagogía, como tu papá? Volvió a repetirme la negativa.

Orlanditín no miraba mi cara, se la pasaba empujando y recogiendo un carro plástico mientras imitaba el sonido del moto con la boca.

¡Vaya descubrimiento el mío! Sí, Orlanditín cuando sea grande, estudiará para ingeniero mecánico, como su abuelo Orlando, y trabajará con él en el Central Azucarero Antonio Guiteras.

Los niños tienen sus maneras para expresarse y hay que andarse ligero para entender ese lenguaje.