Un taller donde se cuece el porvenir

Por: Julián Puig Hernández.

En la Jornada de intercambio cultural, Arte, Comunidad y Desarrollo, efectuado en los municipios de Las Tunas y de Jobabo, una representación del proyecto El Boquerón: un espacio azul para la cultura, de Puerto Padre tuvo una representación con el objetivo de intercambiar y ganar experiencias en un fenómeno que promueve la autenticidad de la célula principal de la sociedad: el barrio.

Allí fueron también delegados de Costa Rica, Honduras, Méjico, Nicaragua y España, así como de las provincias de Holguín, Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, quienes de conjunto con los del patio debieron explicar pormenorizadamente a los foráneos términos como Desarrollo Sostenible, Sustentabilidad y Apego a la cultura local.

¿Quiénes somos? ¿A qué vinimos? Fueron las interrogantes que promovieron los debates conducidos por los expertos del CIERIC (Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa-Comunitaria) y allí estaban las personas que aman este empeño no remunerado, salvo por el palmear de los vecinos que quieren no dejar que nadie les dañe los sueños de un mundo mejor.

La formación de capacidades, la reanimación productiva y la dinamización cultural constituyeron los ejes fundamentales de este imprescindible encuentro, que contó además con el apoyo de representantes gubernamentales y políticos imbuidos en el empeño.

La primera jornada fue dedicada a un intercambio de experiencias de los delegados del evento con el grupo gestor del proyecto Dinamización de la vida sociocultural de los consejos populares Rosendo Arteaga, Heriberto Cortés y una ampliación de la comunidad de Sábalo. No importó el calor, las jornadas agotadoras y extensas, fueron demasiadas ricas las intervenciones para que predominara el clima.

Otro momento memorable y no por segundo dejó de tener vistosidad, fue el encuentro con los promotores del proyecto Callejón de la Ceiba, en el municipio de Las Tunas, que indefectiblemente sacó además de versos bien hilvanados, taconeo por el son de la música auténticamente tradicional escuchada y disfrutada allí.

El último instante fue devolver las experiencias, en la Sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Las Tunas en donde con plumones, papelógrafos y síntesis se tomaron las memorias que se archivan y revisan periódicamente, lo que hace mantener siempre activas las vivencias.

Si un encuentro como este contó con la participación de una representación puertopadrense se debe al empuje que van teniendo los proyectos socioculturales en este norteño municipio, ganador muchas veces de eventos territoriales y nacionales, donde se presenta lo más preponderante del país. Otros irán sumándose cada día sin otra ganancia que la de dotar al ser humano de su mayor tesoro: la cultura, que es su decoro, lo que la distingue y vivifica.