Los odios y las verdades

Por: Julián Puig Hernández.
El odio es un defecto de la creación humana; pero es útil porque permite medir nuestra sensibilidad al descubrirlo y luchar para que no se nos acune dentro, porque lo sabemos dañino, nocivo a la espiritualidad.
Tiene el odio otras manifestaciones, como la rabia que justifican como un producto de la impotencia para resolver los problemas que no se pueden por las vías que se quisieran sino por las que necesariamente llegan.
No bastan incluso, esos odios internos, tratan de contagiar a otros vulnerables a él, buscando un consenso a la sinrazón; pero cuando aparecen las verdades, irrefutables, con las evidencias necesarias, que ponen fin a la bilis revuelta, no sólo dentro de quien la procrea sino además, trasmitida a otros desafortunados que fueron flechados por los odios, entonces, viene la otra parte, la rabia, sembrar duda, dejar interrogantes para fabricar respuestas presumibles al propio tiempo.
El sueco Jens Aron Modig, involucrado en el accidente de tránsito donde perdieron la vida dos personas y él junto con el español Ángel Carromero resultaron heridos, declaró que poseía 4 mil dólares para financiar grupos contrarrevolucionarios en Cuba.
El ibérico, por su parte declaró que: “Le pido a la comunidad internacional que se centre en sacarme de aquí y no utilizar el accidente de tránsito -que pudo haberle pasado a cualquier otra persona- con fines políticos”.
“Desearía disculparme por haber venido a este país para realizar actividades ilícitas” dijo Modig.
Ninguno fue ultrajado, recibieron las atenciones necesarias; pero eso se cuestiona por grupos contrarrevolucionarios dentro y fuera de Cuba, porque de no hacerlo se contravendría la materia prima que alimenta sus odios; pero ahí está la verdad, limpia y clara, ante la opinión pública internacional.
Lo lamentable es que hayan perdido la vida dos personas, no importan sus credos; pero fue un accidente que pudo evitarse. Aunque las declaraciones confirman todo lo dicho, sin lugar a dudas vendrán otras verdades a lo largo del proceso que pondrán tierra sobre los odios.
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