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Puertopadrense

Contra viento y marea se construye

Contra viento y marea se construye

Por: Julián Puig Hernández.

Aún cuando la venta de materiales para la construcción en el municipio de Puerto Padre supera los cinco millones de pesos en lo que va de año, un dieciocho por ciento por encima de lo planificado, no puede afirmarse que este particular marcha todo lo bien que pudiera.

El territorio, en virtud de aplicar una medida que no merecía espera, habilitó tres espacios para este expendido, Vázquez, San Manuel y la Villa Azul; sin embargo, esto necesita todavía un estudio mejor pensado que ofrezca las garantías imprescindibles de capacidad para una lista de materiales que redunda los ciento treinta tipos.

Según se informó desde la Empresa municipal de Comercio, existen dificultades con la transportación desde los organismos suministradores, un factor determinante para garantizar el sistemático abasto de aceros, azulejos, juegos de baño, tanques de agua y clavos, entre otros insistentemente solicitados por las personas que hacen sus viviendas o las reparan con esfuerzos propios.

Está en la lista, además, la gravilla, sin la cual los constructores se ven limitados en la fabricación de zapatas, anillas y cubiertas, que vienen a ser como los puntos álgidos del proceso de fabricación de una casa.

Aparecen, por otra parte, en la lista de los que mayores demandas tienen: los áridos, bloques, mosaicos, cemento, conexiones hidráulicas y conectores de la electricidad aunque, por suerte, vienen con regularidad casi estable.

Indicó la fuente que además de los tres puntos donde se expenden estos materiales existen once mercados industriales que ofertan útiles vitales para la conclusión de las obras.

A nuestro modesto entender, esta situación exige un mayor dinamismo por parte de los organismos suministradores, que no disponen de capacidad tecnológica para asumir un mercado que antes no hubo pues las construcciones fueron durante mucho tiempo planificadas partiendo de planes demasiado distantes de las necesidades reales; pero nunca es tarde si la dicha llega y ahora toca buscar, con inteligencia y rigor, las maneras de hacerlo viable.

Pero no es sólo cumplir con las exigencias de quienes hacen o remodelan sus viviendas a partir de su propio peculio, estos organismos encargados de comercializar materiales para la construcción, deben garantizar que en Puerto Padre se concluyan durante el actual año trescientas 19 viviendas, donde se benefician trabajadores, campesinos y casos de asistencia social, particular que mes por mes analiza pormenorizadamente el Consejo de la Administración del territorio.

De todas maneras no aparece en Planificación Económica del municipio una cifra que tenga por nombre Esfuerzos Propios y sería saludable que existiera pues las Empresas de Materiales de la Construcción dispondrían al menos de una cifra para hacer sus planes anuales. Sabemos que el territorio tiene un estudio sobre la realidad de su arquitectura, especificando el grado de deterioro del fondo habitacional, lo cual indica que, al menos, podríamos disponer de una fecha aproximada en que esta situación específica se consideraría estable.

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