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Puertopadrense

Celebran en Puerto Padre Día del Instructor de arte

Celebran en Puerto Padre Día del Instructor de arte

Por: Julián Puig Hernández.

En conmemoración al natalicio de Olga Alonso, se celebra el 18 de febrero el Día de los instructores de Arte, fecha donde se estimula y reconoce la labor de aquellos que tienen la importante misión del maestro, participar en la formación del hombre orientando sus aptitudes artísticas para iniciar una batalla con verdaderas armas de ideas.

En Puerto Padre se reconoce la labor de los educadores del arte entre los que se destacan Ana María Avila Ricardo y Alexis Torres Dieguez.

Ana María, antes de hacerse trabajadora formó parte del grupo de teatro Casiguaya, del director Argelio Peña Trujillo. Emprendió estudios, luego en el Centro de Superación de Cultura donde se graduó de Técnico Medio en Instructor de Arte.

Comenzó a trabajar en el año 1987 en la Casa de Cultura de Santa María donde estuvo durante tres años, y luego fue situada en la Casa de Cultura Enrique Peña, de Puerto Padre, donde laboró como instructora de teatro a partir del año 1991 para luego matricular la licenciatura en Instructores de Arte y se graduó el pasado año.

Hoy ejerce como Promotora Cultural, pero no ha dejado su actuar como Instructora pues atiende una Vanguardia Artística donde tiene dos grupos representativos (un grupo infantil que se llama Caballito Blanco y otro de adulto nombrado Mar Azul).

Más que ser instructora le gusta actuar y por eso nunca va a dejar de trabajar una manifestación que es tan antigua como la historia misma de la humanidad.

“El instructor de arte tiene una importancia primordial porque son los encargados de formar actores y actrices de manera integral; es decir, que sepan trabajar la expresión corporal, de música, de danza, artes plásticas, pues el teatro es la manifestación más completa, donde están representadas todas las expresiones artísticas. Se quiere eso, que el instructor sea capaz, no sólo de llevar un conocimiento de una manifestación en particular, sino todas, que tenga una cultura general e integral, para ser formadores eficientes de las nuevas generaciones” nos dice de una manera muy locuaz.

Alexis Torres Diéguez (Picho) desde niño inició su andar por la música, incorporándose a diferentes agrupaciones de aficionados en su escuela las que representó en los Festivales de Pioneros. Luego formó parte de un grupo de aficionados llamado Juventud, con el que permaneció varios años y luego en la agrupación Seis Soneros donde se mantuvo por cinco años.

Hizo vida militar luego y desde allí formó parte de agrupaciones en los eventos convocados por el ejército. En el año 1992 comenzó a trabajar en la Casa de Cultura Enrique Peña para recomenzar una etapa que inició en el Caney de las Mercedes a donde fue para graduarse como instructor y no pudo porque debía cumplir con su servicio militar pues ya tenía edad para ello.

Desarrolla entonces un trabajo con niños de siete u ocho años y se gana, como premio a su buen desempeño, la categoría de Instructor de Arte, y esto le propicia ingresar en la escuela de instructores de Las Tunas.

Atiende agrupaciones como Son del puerto y Unión Juvenil. Varias generaciones de aficionados han estado bajo su cuidado.

“Me gusta más trabajar con niños para irlos llevando hacia una formación y verlos como ya veo, alumnos que han pasado por mis enseñanzas y que constituyen una continuidad de mi vida misma. Porque son profesionales actualmente que dominan las enseñanzas que uno les ha dado”

Son dos personas sencillas, sumamente trabajadoras, como los cerca de trescientos que hoy forman parte de este proyecto que permite a cada escuela de Puerto Padre, disponer de un profesional que no deje perder la cantera disponible en cada sociedad y propicia a los pueblos emanciparse a partir de sus propias potencialidades.

 

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