Las prodigiosas manos de Eugenio
Por: Julián Puig Hernández.
En la parte noreste de Chaparra tiene su casa Eugenio Pérez Almaguer (EPA). Es un campesino que desde niño le gustaron las plantas y a raíz de la necesidad de reforestar y hacer plantaciones en el país se dedicó a este trabajo.
(P) ¿De qué terreno dispones para esta labor?
(EPA) Yo tengo un terreno de ocho hectáreas y dedicada a las plantas ocho hectáreas con frutales.
(P) ¿Cuál es el destino de la producción?
(EPA) Todas las plantas que se producen se comercializan a través de la agricultura (Empresa Agrícola) y las semillas las recolectamos de los vertederos y a partir de ahí las injertamos y este proceso demora alrededor de cuatro o cinco meses.
Por entre los gajos y el canto de los pájaros pueden verse algunos campesinos en plena faena.
(P) ¿Cuántos fruticultores laboran aquí?
(EPA) Seis personas trabajan conmigo, pero depende, porque si las necesidades aumentan un poquito entonces hay que contratar dos o tres más, pero aquí solamente conmigo son seis trabajadores.
(P) Por la cantidad de viveros y canteros no creo que un solo municipio pueda asumir la totalidad de las producciones de este centro.
(EPA) Todas las necesidades de la provincia se cumplen con este vivero y de las plantas que hacemos, que son muy codiciadas; pues por ejemplo el aguacate lo planificamos de manera escalonada de forma que haya el año completo, aproximadamente veinticinco cultivares, de mango producimos alrededor de treinta cultivares que son las mejores variedades que se han seleccionado en el país, y de la guayaba que es la que más se comercializa, la enana rosada, que es una guayaba que tiene producción durante todo el año y tiene rendimientos muy altos, aproximadamente mil quinientos quintales por hectárea.
(P) ¿Hay otras variedades?
(EPA) Aquí se produce también mamey zapote, níspero, marañón, anonácea y maracuyá, entre otras. En el caso del aguacate debe producir a los dos años, y el mango igual, el mamey también, ¿cómo lo hacemos? Después que el patrón está apto para el injerto traemos los clones de la Habana donde nos los facilitan para las variedades que producen escalonadamente, aunque en el caso de la guayaba, enana rosada, ya tenemos algunos bancos de yemas.
(P) ¿Cómo ayudan ustedes a otras personas interesadas en aventurarse en este fascinante mundo?
(EPA) Todo el que necesite asesoría aquí se la damos y a parte de eso si necesita algunas plantas para tener variedades, también se pueden adquirir aquí en el vivero.
(P) Supongo que este centro tenga alguna preponderancia en el territorio.
(EPA) Este es un vivero que se ha calificado como de referencia nacional y siempre que hay un evento aquí en la provincia se me selecciona para participar. Hace poco se me invitó a un evento internacional sobre fruticultura, en la Habana en el Hotel Nacional, donde recibimos muchas experiencias y eso mejora la calidad de nuestro trabajo.
(P) ¿Hay otros proyectos?
(EPA) Ahora en proyecto tenemos pensado terminar la producción de guayaba por esqueje y esto nos adelantará bastante la producción porque mediante hormonas y riego automatizado incrementamos la producción y ya no tendríamos que utilizar el patrón, en tres meses ya tendríamos la planta apta. Este mismo sistema lo estamos haciendo para producir limones por esquejes, esa fue una tarea que nos dio el viceministro para toda la parte oriental, usando hormonas para el enraizamiento y un sistema protegido y ya lograríamos una producción bastante adelantada de limón.
Es una tarea paciente, de mucho cuidado y dedicación. Muy lejos están de aquí las manos rudas, esas que simbólicamente califican al campesino. Se necesita pericia y pasión juntos, para lograr una obra perfecta. La satisfacción de las necesidades de frutas en esta zona, afectada por la deforestación y el huracán Ike, puede estar en proyectos como este que dirige un hombre de incuestionable valía humana y laboral.
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