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Puertopadrense

Con el trauma por los siglos de los siglos

Con el trauma por los siglos de los siglos

Por: Julián Puig Hernández.

 

Esta niña de ojos tristes se llama Mirma Daniela Pavón Columbié, estudia en la escuela primaria Hermanos Saíz, de Puerto Padre y tiene cinco años, está en preescolar. Su mamá, Ismaray Columbié Parra, es una joven de veintiún años, estudia en la escuela de contabilidad en el Politécnico de Delicias. Pero lo que más conmueve es la historia triste de sus ancestros. Ellas pudieron no haber nacido.

Todo comenzó en el año 1958, cuando el abuelo de Ismaray, Gerardo Columbié, era sólo un niño de once años. Vivía en la serranía del sur oriental cubano y sobre las montañas, una triste mañana, comenzaron a caer bombas. Milagrosamente Gerardo salvó la vida pero observó el panorama de incertidumbre y dolor desde la mata de naranjas donde se encontraba subido. Los aviones venían con su carga explosiva de la Base Naval de Guantánamo, enclave norteamericano.

Aquí, en esta otra fotografía aparece el abuelo y las hermanas del hoy anciano Gerardo, las niñas debían tener poco más o menos la edad de Mirma Daniela, su bisnieta. Puede verse la perforación que le hizo una de las tantas bombas en el omóplato izquierdo a una de las niñas, como si un monstruo le diera una dentada para quitarle la vida.

Cuba vivía momentos convulsos y el pueblo luchaba por conquistar su independencia, ganar su libertad y emprender un futuro próspero. La zona del Segundo Frente Oriental Frank País, donde ocurrió el abominable crimen, tenía una extensión territorial de 12 mil kilómetros cuadrados donde vivía medio millón de campesinos. Mayarí, San Luís, Alto Songo, Sagua de Tánamo, Guantánamo, Baracoa, Banes y Antillas eran los municipios que componían la geografía del Frente guerrillero, que debía no sólo enfrentarse al enemigo pertrechado y uniformado, sino a cuantiosas bandas de delincuentes existentes en el territorio.

El ejército del dictador Fulgencio Batista, al amparo del gobierno de los Estados Unidos, disponía de 30 puestos de la Guardia Rural, cinco capitanías e igual número de primeras tenencias, seis segundas tenencias, cuatro escuadrones del Regimiento número uno, con mil 519 militares supeditados al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y otros cuatro escuadrones, del Regimiento diecisiete con sede en la ciudad de Holguín, con mil 119 uniformados.

Esta fuerza creció con la creación del Estado Mayor Conjunto pues fueron incorporados oficiales, clases y soldados, principalmente jóvenes reclutas.

La geografía del Segundo Frente Oriental Frank País es muy accidentada, con las Sierras Cristal y de Nipe, así como la Cuchilla de Toa.

Básicamente la economía de la región estaba supeditada a la agricultura cañera, el café, los frutos menores y los minerales; pero las ganancias más significativas estaban en compañías extranjeras, que dominaban el mercado azucarero y la minería.

Históricamente es una región de grandes acontecimientos históricos, como las expediciones de los hermanos Maceo, José y Antonio, Máximo Gómez, Martí; pero también las luchas campesinas tienen un paradigma en Realengo 18.

 Han pasado cerca de cincuenta años y todo indica que el dolor se hereda. Imposible borrar el horrendo crimen. Mirma Daniela sigue con los ojos tristes, como si hubiera nacido con el dolor inmaculado. Sus tía-bisabuelas no tuvieron muñecas ni escuela, como ella tiene, murieron sin saber por qué en la inocencia de su niñez. Tal vez le preguntes y no sepa explicártelo, pero algo cierto hay en ello: los traumas van por los siglos de los siglos y nada ni nadie podrá borrar de la profundidad de su sangre, de las partículas que conforman su médula, un crimen que no se puede callar.

1 comentario

MICHEL PAVON -

ES MI HIJA .GRACIAS POR DAR A CONOCER HISTORIAS TAN TRISTE QUE NI YO SU PADRE CONOCIA ..SALUDOS DESDE NEW YORK.....