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Puertopadrense

Mucho que enseñar y aprender

Karina Polo Tamayo.       

Rebeca Orrely Betancourt siempre aparece entre libros y estudiantes, a sus sesenta y seis años de edad peina canas con orgullo porque se sabe útil a la sociedad.

Es maestra de la Escuela Héctor Infante de la comunidad de Delicias, donde labora hace 46 años, desde que se fundó la enseñanza en Cuba para niños con necesidades educativas especiales.

Después de jubilada respondió al llamado de Raúl para reincorporarse al aula y tiza en mano continuar dedicada a su carrera donde consagración y amor son la base, dice, para mantenerse laborando y obtener importantes resultados.

Hoy la mayor satisfacción de la maestra Rebeca Orrely Betancourt es haber enseñado a un infante autista y con implante coclear a leer, calcular y dominar elementos imprescindibles de la gramática.

Por ello la familia agradece, más el mejor regalo que recibe la maestra Rebeca es la sonrisa del pequeño Enmanuel Riverón Blanco cuando demuestra que aprende.

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