Un día grande para la infancia
Por: Julián Puig Hernández.
Hoy, como siempre sucede de lunes a viernes, se van a las escuelas seis mil setecientos 59 niños del municipio de Puerto Padre, agrupados en cinco seminternado y ochenta y cuatro centros externos.
Pero, además, en los cinco círculos infantiles con que cuenta el territorio, reciben instrucción ochocientos treinta y un infantes, mientras en las cuatro escuelas especiales del municipio hay otros trescientos cincuenta y cuatro niños.
En todas estas instalaciones se encuentra el garante del futuro y para ello el gobierno desembolsa anualmente millones de pesos, que se emplean en salario para los cientos de profesionales de la educación, mantenimiento de los centros educacionales, material de estudio y todo cuanto sea necesario.
Por otro lado, hoy damos un beso a los trescientos cuarenta y un niños que nacieron felizmente en esta etapa. Puerto Padre tiene el 5,8 de mortalidad infantil pues se registran dos defunciones hasta la fecha, ambos por problemas congénitos (Insuficiencia hepática aguda y Distrés respiratorio hemorrágico).
Un equipo de expertos analiza las causas y de manera preliminar existe un factor común: embarazo en la adolescencia, un fenómeno que pese a la ayuda prestada por organizaciones sociales (Federación de Mujeres Cubanas, FMC, y Comités de Defensa de la Revolución, CDR) no se tienen todos los resultados que se quieren. No hay, por otro lado, ninguna muerte materna.
Así se le dedica un día, entre los tantos que tiene el año, a la infancia; pero se le dedica todo el tiempo a ellos, que son los encargados de enarbolar las banderas del futuro.
Ninguno de ellos está desamparado ni dispone de un porvenir incierto. En las escuelas de hoy están los ingenieros, licenciados, médicos y técnicos del mañana. Todos los días son grandes para nuestra infancia.
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