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Puertopadrense

Con la brisa atlántica en el patio de la casa

Con la brisa atlántica en el patio de la casa

Por: Julián Puig Hernández.

No todo el mundo tiene el mar en el patio de su casa. Aún cuando los fuertes vientos del huracán Ike, hicieron pedazos los techos de las casas y el mar embravecido perforó los pisos y se llevó las propiedades que los vecinos creían a buen resguardo, El Boquerón sigue siendo un barrio mágico.

Desde el año 2006 esa comunidad se integró a un proyecto sociocultural al amparo del Centro de Intercambio, Referencia e Iniciativa Comunitaria (CIERIC) y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), lo que les ha posibilitado mejorar su calidad de vida.

Más de una docena de instituciones enclavadas en la propia comunidad, representadas en líderes, decidieron un buen día aunar voluntades junto con personajes populares de allí y desde entonces las acciones han cobrado especial sentido.

Desde siempre El Boquerón tiene poetas, músicos, cultores de las artes plásticas, teatreros y bailadores, pero demostraban sus habilidades de manera individual, sin otra pretensión que expresar el talento personal. Fue así como la promotora cultural, Ana María Ávila Ricardo, se encargó de entusiasmarlos para que conformaran espectáculos fabulosos, y así se hizo.

Un Grupo Gestor aglutinó, entonces, otras fuerzas, porque el concepto cultura tiene que ir más allá de lo puramente artístico-literario y los vecinos, taburetes al ristre, decidieron irse de tertulias varias noches al mes, o de placer espiritual contemplando varias generaciones de artistas en un mismo espectáculo. Allí se enteraron no pocos de que los hijos de fulana y de mengano cantaban y bailaban de maravillas, y que Margot, a pesar de sus años, tiene una voz prodigiosa.

No es extraño, incluso, que los cederistas y federadas (miembros de organizaciones de masas)  convoquen a limpiar el litoral y cientos de personas bien temprano, saquen del mar, con todo tipo de implementos, las evidencias de que algunos todavía no han interiorizado del todo la importancia de la pureza ambiental.

Gracias a los esfuerzos comunitarios se dispone de un equipo de audio que da cobertura no sólo a los espectáculos del barrio, sino a reuniones, fiestas de cumpleaños o toda suerte de actividad vecinal.

En casa de Emilio hay una minibiblioteca, con ejemplares donados por los vecinos. En sus estanterías hay libros de autores boqueronenses, entregados por ellos mismos, y quien desee leer, sólo tiene que pedirlos e irse al patio, bajo la sombra de los álamos, a embriagarse con la incesante brisa marina y la magia de la lectura.

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